Empresarios en Estado de Alarma

Empresarios en Estado de Alarma

El 14 de marzo de 2020 se declaró en España el Estado de alarma con una serie de medidas que parecen a “grosso modo” provocar una paralización prácticamente total de la actividad del país. 

En los días previos a esta declaración, se ha instado a las empresas a fomentar el teletrabajo de sus trabajadores, pero ello no ha sido posible en todos los sectores. Existen empresas que sobreviven o producen en situaciones normales a duras penas, y AHORA…. ¿Qué?… 

El ahora que nos ha impuesto un virus, genera unas incertidumbres enormes para todos los pequeños empresarios que, desde el confinamiento de sus casas durante este fin de semana, no paran de rondar en sus cabezas. Si para muchos ya era difícil en una situación normal, imaginemos ahora. 

Este post se escribe con la intención de hacer una protesta-reflexión que creo que es necesaria externalizar. 

A pesar de que sabemos cuál es la prioridad de estas medidas, y siempre dándose estricto cumplimiento a las mismas, lo que está claro es que, las empresas que puedan seguir desarrollando su actividad, van a seguir haciéndolo.

El estado de alarma es un acontecimiento externo a nuestras actividades, si bien tiene y tendrá un efecto directo en el ámbito interno de nuestros negocios. El poder trabajar, el poder seguir con tu actividad no depende de nuestra voluntad, sino del sector en el que tengas que desarrollar tu actividad, de que se paralice o no. Dependerá de las decisiones que las empresas y profesionales que engloban tu actividad tomen. 

Todo se convierte en una cadena, si quien me contrató me niega ya el servicio, yo dejo de trabajar, de producir, dejo de dar trabajo a mis trabajadores y por tanto de generar los recursos económicos para pagar los gastos. 

Es la pescadilla que se muerde la cola, que alguien debe romper. ¿Cómo lo hacemos? Este laberinto del que no vemos salida ahora puede ser solucionado por aquellos que siempre han estado luchando de forma diligente y como gestores que son los EMPRESARIOS. 

Un empresario en una situación así siente una desesperación, una preocupación tremenda no solo en una visión egoísta del problema ( mi proyecto cae), sino en una visión conjunta de lo que conlleva para su empresa. La preocupación de los empresarios para poder hacer frente a todos los gastos generales, a mantener lo que tanto trabajo ha costado levantar, a mantener una actividad que sostenga el proyecto, y sobre todo a mantener a todos esos trabajadores que dependen de su sueldo. 

Muchos estarán pensando que esta situación va a generar una ruina tremenda, y que podrá abocar al cierre. NO, esa no es la actitud. Desde el día de mañana, se debe comenzar a hablar con cada uno de los agentes que intervienen en tu actividad, para informar de la situación y poder instar un escenario de cooperación y negociación. 

Tenemos que crear un ámbito de WIN-WIN, o lo que puede ser igual, si yo pierdo no te voy a imponer que pierdas, pero al menos que no te enriquezcas injustamente de esta situación. 

Los agentes de mercado que intervienen como proveedores o como clientes de las distintas empresas son de diferente tipo. Entendemos que los pequeños negocios siempre van a intentar una solución, y podrá haber una correlación de la proporción en los incumplimientos de los contratos derivados de esta causa externa. 

Si bien, existe un agente de mercado que desde el inicio de esta crisis ha mantenido un absoluto silencio y sobre el que tengo una enorme preocupación. Son los bancos y entidades financieras.

La financiación de las empresas en un corto medio plazo pasa por el apoyo de este tipo de empresas, pero y en este tipo de situaciones, ¿ qué van a hacer los bancos? 

Aquí nos enfrentamos a otra pescadilla que se muerde la cola, y que, salvo medidas específicas dados sus antecedentes, me temo que van a ser una asfixia para las empresas. Si un empresario ante la paralización o la bajada de su actividad no tiene recursos suficientes para pagar todos los gastos, ¿ qué puede hacer? Tiene que priorizar. Por desgracia hay un temor a dejar de pagar a los bancos, porque si eso ocurre, es más que probable que tenga consecuencias de limitación de crédito o de financiación en un futuro. “Mejor no tener de enemigo al banco”. Pero entonces, ¿cómo pagamos el resto de los gastos? 

Lo cierto es, y según lo que he explicado anteriormente, debe haber una correlación, si yo pierdo o no gano, el banco deberá tener esa misma actitud frente a las pequeñas empresas y por tanto ser igual de responsable y tomar medias proporcionales para facilitar la situación de estas empresas, y tener también la conciencia social necesaria que se requiere de ellos. En definitiva, si yo pierdo no te voy a imponer que pierdas, pero al menos que no te enriquezcas injustamente de esta situación.

1 Comment
  • Antonio Tello
    Posted at 20:37h, 10 abril Responder

    El día 14 leí este artículo que vaticinaba la situación que a muchos empresarios nos produciría la criáis del covid19 , además desgranaba el problema así como el amparo de la ley ante este drama . Hoy un mes después este artículo se ha convertido en la narración de lo que ha sucedido y de cómo podemos defendernos.
    Gracias Barbara

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