Negocia la situación

22 Mar Negocia la situación

Ante la situación actual, publico este post haciendo un intento de despertar la solidaridad de todos los que lo lean. Intento despertar el sentido común de cada uno de nosotros. La declaración del Estado de Alarma ha generado unas situaciones muy graves económicamente a muchos, o la mayoría de los españoles. 

Vengo a hablar de todas las obligaciones de los contratos que tenemos firmados con los distintos agentes del mercado. No solo hablo para consumidores sino también como profesional, como autónoma, siendo igualmente aplicable para empresas. En cuanto cada uno de nosotros firmamos un contrato tenemos unas obligaciones. 

En la actualidad nos sentimos agobiados por nuestra falta de liquidez o de recursos económicos para hacernos cargo del cumplimiento de todos esos contratos. Por ejemplo, estoy hablando de los alquileres, de los suministros, del alquiler de un trastero, créditos personales o aplicable a empresarios un sinfín de obligaciones (fuera de las laborales) como pueden ser la contratación con proveedores, créditos o distintos productos de financiación y un largo etc.

 Ante una contratación estamos obligados a pagar en tanto que nos dan un servicio como contraprestación o al revés y por ello el incumplimiento de cualquier contrato puede generar una responsabilidad contractual. Si incumples te conllevará una obligación de indemnizar por los daños y perjuicios correspondientes. 

En la actualidad, estamos ante una situación excepcional en la que podemos entender, jurídicamente hablando, que esa responsabilidad contractual podría decaer por el Estado de alarma. Esta situación puede definirse como una fuerza de causa mayor, esto es que puede entenderse justificado el incumplimiento y por ello no generará la obligación de una indemnización por daños y perjuicios. Atención, que no estoy diciendo que la obligación de cumplimiento desaparezca, persiste, pero no genera obligación de indemnizar. 

Con esta explicación no quiero dar a entender que incumplamos todos nuestros contratos, sino que usemos el sentido común para instar a todos aquellos agentes con los que hemos contratado y lleguemos a una solución. No estoy pretendiendo con este post dar la excusa a todo el mundo de que lleve a cabo el incumplimiento de sus contratos, porque esto generaría una cadena de incumplimientos y de impagos que serían insostenibles.  Sin embargo, de la misma manera que el Gobierno ha aprobado una serie de medidas para ayudar a los ciudadanos, creo que entre todos los ciudadanos nos tenemos que ayudar. 

En primer lugar, me voy a referir aquellas personas físicas que se encuentran ahogadas por la situación. En estos casos ,entiendo que, entre otros gastos, pueden existir los alquileres, las hipotecas, así como algún tipo de préstamo personal que deberán abonar mensualmente y muchos otros. El Gobierno ya ha aprobado la moratoria de las hipotecas, pero debemos conseguir que el sistema se invada con acciones que permitan facilitar las cosas a los demás. Con la solidaridad entre los ciudadanos podemos llegar a tomar estas medidas,  si iniciamos una mediación o negociación siempre dentro de la buena fe. 

En el caso de los alquileres, los propietarios que ante esta situación conozcan que su arrendatario no tiene medios económicos para abonarle la renta mensual,  puede iniciar un pacto para suspender el contrato, dar una moratoria, o incluso poder llegar a pactar un pago parcial de la renta dejando el restante como deuda para pagar en los siguientes meses. En conclusión, lo que pido es que cada uno de nosotros intentemos ayudar al que esté próximo. 

En 2º lugar, nos vamos a referir a los profesionales, autónomos, pymes que se ven con un problema muy grave en su liquidez e incluso en su futuro más próximo para el mantenimiento de la actividad . De la misma manera que para los consumidores, entiendo que existe una exoneración de la responsabilidad contractual derivada de la causa de fuerza mayor de la declaración del Estado de alarma. Me reitero en que no instó a todo el mundo a incumplir los contratos, sin embargo, entiendo que cada uno de nosotros debemos iniciar vías de comunicación con nuestros proveedores para la consecución de acuerdos que nos permitan seguir con nuestra actividad. 

Una de las cuestiones que he analizado para ayudar a los profesionales autónomos que se ven en esta grave situación es la posibilidad de suspender los contratos de alquiler de bienes inmuebles distintos a vivienda. Es decir, de los locales qué tienen un objetivo de apertura al público y que desde el 16 de marzo se obligaron a cerrar. Lo cierto es que la suspensión del contrato de alquiler de estos inmuebles pudiera tener cabida en la inexistencia de las condiciones básicas de habitabilidad reguladas en la ley en tanto que no existen condiciones sanitarias mínimas para poder abrir al público. Esta es una solución unilateral pero siempre instó a la necesidad de negociar y mediar con los arrendadores para que el sentido común permita pactar soluciones. 

Por último y como he dicho en otros posts, a pesar de aludir a la solidaridad de todos, encuentro un vacío máximo en la actitud de las entidades bancarias. Sin perjuicio de entender qué es un sector estratégico importante para nuestra economía, entiendo que debieran iniciar vías de comunicación con sus clientes para prestar la ayuda o la flexibilidad necesaria que requiere este momento. Me refiero a aquellos profesionales autónomos o pymes qué tiene vencimientos de sus créditos pero que a la vez han reducido su actividad prácticamente a cero. Igual que los ciudadanos estamos siendo solidarios entre nosotros, los bancos debieran serlo. Insisto si yo pierdo no te pido que pierdas tú, pero al menos no te enriquezcas injustamente.