La importancia de la comunicación eficaz

20 Nov La importancia de la comunicación eficaz

No os ha pasado nunca que tomando un café con un amigo, compañero de trabajo, familiar, te cuenta un problema y cuando te despides piensas: ¿Qué me ha contado? No me he enterado de nada. 

Esto nos pasa más de lo que creemos porque oír no es lo mismo que escuchar. A veces pecamos de estar prestando más atención a nuestros pensamientos e ideas y no nos paramos a realmente escuchar la conversación que estamos teniendo en ese momento. 

En el mundo de la abogacía pasa exactamente lo mismo. Por eso un buen abogado es el que sabe escuchar, el que pone toda su atención en conocer cada detalle de tu caso, en empaparse de la situación para poder ofrecer las mejores soluciones. 

Es absolutamente imposible que alguien que no se para a escuchar, con quien no existe una buena comunicación, pueda asesorarte correctamente. 

A día de hoy existen mil maneras de comunicarse. Da igual de qué forma lo hagáis, lo importante es que la comunicación sea eficiente. Que ninguna de las partes tenga que perder el tiempo por falta de entendimiento. 

¿Cuáles son para mi los aspectos fundamentales de la comunicación abogado-cliente?

• Una comunicación eficiente: Es eficiente cuando el abogado es capaz de desgranar todos los aspectos de un caso para extraer lo que verdaderamente es importante. Poder entender cuales son los miedos e inquietudes de su cliente, cuales son sus objetivos. 

• La información que un abogado necesita para desempeñar su trabajo es muchas veces recurrente. Por eso es importante que desde el comienzo del procedimiento el cliente responda algunas preguntas, cuyas respuestas quedarán recogidas en un documento confidencial. Así el abogado siempre tendrá la información a mano y el cliente evitará tener que estar contestando una y otra vez las mismas preguntas. 

• Pedir la información de forma ordenada: Que el cliente sepa en todo momento qué documentación tiene que  facilitarle a su abogado y tenga claro qué ha entregado ya y qué le queda por entregar.

• Durante el proceso de trabajo es vital que exista una comunicación constante para que el cliente esté al tanto de cómo va su caso en todo momento. La falta de información genera incertidumbre y desconfianza.

• El abogado debe pautar los pasos a seguir durante el proceso y sin perderse en terminologías o conceptos desconocidos para su cliente. Usemos palabras entendibles para que nadie se quede con ninguna duda. 

Tras muchos años trabajando en despachos con estructuras más o menos complejas, te das cuenta de que el trabajo de un abogado no es solo conocer la ley y estudiar la jurisprudencia. Ser abogado también es (o debería ser) saber escuchar, ser empático, tener voluntad por ayudar y ser un buen comunicador. 

Solo así y manteniendo un buen orden a la hora de solicitar y estructurar la información consigo que mis clientes se sientan cómodos y que su confianza en sea plena.